PROXIMA META

IRONMAN

Thursday, February 11, 2010

RELAJO MENTAL


Aqui les copio un corto artículo que escribí en Noviembre del 2001 y que fue publicado en la revista Revolver. Para los que tienen o han tenido contacto con los árboles Bonsái, sera una agradable lectura. Hoy, leyendolo nuevamente después de desempolvarlo de mis archivos, me dí cuenta que tiene un pequeño mensaje que nos sirve para el mundo del deporte...

Admirando mi pareja de árboles Bonsái me percate de lo resentidas que se veían sus hojas, sus tallos, hasta sus troncos se notaban algo heridos. El sufrimiento que reflejan mis pequeños compañeros, en parte, es el fruto de mi corta experiencia en el manejo especial de los mismos y, para que mentir, también tiene que ver con la falta de cuido que les he brindado en los últimos días.
Para muchos, especialmente en la sociedad oriental, cultivar un Bonsái va mucho mas allá que una simple relación entre el cuidador y un arbolillo; es mas análoga a una relación de padre-hijo, maestro-alumno o de buenos amigos, los cuales se necesitan uno del otro para vivir una mejor vida. Algunos artistas buscan el vínculo con su discípulo porque les sirve de relajamiento mental, otros lo hacen como una manera de hallarse, y muchos se dedican al arte como forma de vida; pero toda persona que se envuelve en el arte del Bonsái llega a sentir mucho mas que un simple contacto físico. El Arte del Bonsái abarca un “esmero” similar a la atención cuidadosa que le brinda una madre a su niño recién nacido, una “dedicación” comparable a la de un pintor trazando su boceto y un “sentido espiritual” que ilustra la vida que nos rodea. En la práctica, el maestro va podando tallos secos y amoldando los demás (incluyendo los retoñados), para darle una personalidad propia al árbol, que muchas veces refleja la manera de pensar y de actuar de la persona. Lo fascinante del arte está en que, dependiendo del estado mental del artista y bajo la dirección de sus manos, el Bonsái puede pasar por alteraciones drásticas. Por lo tanto, los virtuosos en el arte pueden apreciar la forma de pensar del artista a través de la forma, variación, tamaño y espesor de su Bonsái, (por lo menos así dicen porque hasta ese extremo no he desarrollado el arte).
Volviendo a mi práctica personal, como bien comente, mis pupilos están batallando para sobrevivir, y pensándolo bien, no estamos todos en eso? Sin embargo, entre las palabras que me gritan mis Bonsái al traducir su aspecto, creo que aprendí una buena lección que les transcribo: “ten paciencia, no trates de llegar a la meta sin saber porqué, el verdadero goce se encuentra en la habilidad de llegar a su debido momento”.


2 comments:

Admin said...
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Admin said...

Muy bueno primo... saludos!